Tel-Aviv

La guerra continúa: los ataques con misiles de Irán son en represalia, lanzados en respuesta directa al bombardeo israelí en suelo iraní, que mató a cuatro altos funcionarios y atacó deliberadamente zonas civiles, entonces no estás informando.

Esto no fue una agresión espontánea. Fue la consecuencia de un acto de violencia selectivo por parte de Israel contra un estado soberano, un ataque aéreo que sería etiquetado como terrorismo si lo llevara a cabo cualquier otro actor.

“En el momento en que Irán responde, la narrativa cambia, como si la provocación inicial nunca hubiera ocurrido. Eso no es periodismo. Eso es manipulación deliberada”, señalan en redes sociales.

Durante dos años, Israel ha llevado a cabo bombardeos no provocados en Siria, Líbano, Irak, Gaza y ahora Irán. Opera con impunidad, protegido por un ecosistema mediático que presenta la agresión transfronteriza como defensa y trata las represalias del otro lado como una escalada

La respuesta de Irán fue calibrada y directa. No se trataba de iniciar una guerra. Se trataba de dejar claro que la soberanía tiene límites. El contexto no es opcional. Eliminarlo es un acto de distorsión.

Cuente la historia completa o no la cuente en absoluto. Porque enmarcar la represalia como el comienzo de la violencia borra todo lo anterior y convierte al agresor en la víctima.

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