Monterrey
El 4 de febrero del 2025, CADHAC y diversos grupos de ciudadanía acudieron al Congreso del Estado de Nuevo León para solicitar el inicio del procedimiento de juicio politico contra el gobernador Samuel García Sepúlveda, por las resoluciones firmes que acreditan violaciones a las leyes electorales dictadas por los tribunales correspondientes.
En ese entonces, se solicitó la intervención de la Auditoria Superior del Estado para que determinara si se había causado daño al patrimonio estatal, ante las múltiples sospechas de desvío de recursos que han señalado medios de comunicación: la triangulación de fondos al despacho de su padre, la compra de un terreno en el Cerro de la Corona y otro en los limites de Nuevo León y Tamaulipas.
Desde la presentación de esa solicitud hasta hoy, diversas organizaciones han interpuesto denuncias ante la Fiscalía General de Justicia del Estado por presuntos delitos contra el patrimonio estatal. A las que el Fiscal General y el Fiscal Anticorrupción han dictado resoluciones señalando que no se reúnen las condiciones para ejercitar acción penal contra el gobernador.
La ciudadanía está profundamente indignada, y CADHAC se une a esa indignación: el gobernador goza de impunidad y reprime a quienes protestan.
La indignación contra la Fiscalía nace al ver cómo intentan encubrir la impunidad, con un “no pasa nada”. Esa traición es igual de grave que la cometida por la mayoría de las diputaciones, principalmente Morena, PT, PV y Movimiento Ciudadano quienes han bloqueado y frenado deliberadamente el inicio de los juicios políticos, optando en muchos casos por el silencio cómplice en lugar de responder a la ciudadanía.
Nuevo León no merece que la impunidad reine, pues nos lleva a otro lado de la historia jamás imaginado. El acuerdo entre la presidencia y el gobernador no debe ser más poderoso que la verdad y la justicia que buscamos y merecemos.
La impunidad necesita cómplices para sostenerse. Quienes intentan borrar delitos y hacer que la ciudadanía pague por lo que ellos sustrajeron no actúan para engrandecer Nuevo León, sino para hundirlo junto con la impunidad que protegieron.